Cuando los estudiantes regresen al campus este otoño, los líderes de educación superior se enfrentarán a un triple desafío: estirar los reducidos presupuestos, satisfacer las cambiantes expectativas de los estudiantes y demostrar los valores institucionales que cada vez más influyen sobre las decisiones de enrolamiento.
Los estudiantes actuales no escogen las escuelas simplemente por sus puntajes y programas; también buscan instituciones cuyos valores reflejen los propios, con experiencias centradas en el consumidor que coincidan con la facilidad, la velocidad y la practicidad que les gusta de sus minoristas y plataformas de redes preferidas. Este cambio ha puesto la adquisición en el centro de la escena: Según los investigadores de McKinsey, los equipos de adquisición están en una posición única para influir en las percepciones y experiencias que determinan si los estudiantes prosperan y regresan.
Piensa en la adquisición como en el arquitecto invisible de la cultura del campus y la experiencia del estudiante. Cada contrato firmado, cada proveedor seleccionado y cada servicio implementado envía una señal sobre lo que la institución valora e influye en si los estudiantes encuentran la fluidez y conveniencia sin inconvenientes que esperan de todos los demás aspectos de sus vidas.
Existen particularmente tres áreas que ofrecen oportunidades para que los equipos de adquisición pasen de ser reductores de costos a formadores de experiencias: (1) alinear las compras con los valores que les importan a los estudiantes, (2) crear entornos de aprendizaje modernos y cómodos y (3) garantizar el acceso equitativo a la tecnología que elimine obstáculos para el éxito académico.
Los líderes de adquisición priorizan cada vez más las compras responsables, y alinean sus gastos con los valores institucionales como la diversidad, la sustentabilidad y el respaldo económico local. Esta alineación les importa mucho a los estudiantes: el 61 % de los estudiantes entrevistados por The Princeton Review dice que el compromiso de una universidad con el medioambiente afecta su decisión de postularse o asistir. En particular, la Generación Z busca de manera activa respaldar los negocios pequeños, locales y propiedad de minorías, informa Adobe . Para los líderes de adquisición, es una oportunidad de alinear la adquisición con los valores que resuenan con los estudiantes.
Pero hay una brecha entre las buenas intenciones y la implementación. Una investigación realizada por Northeastern University revela que el 90 % de los gastos de adquisición en la educación superior se centran en el 20 % de los proveedores principales, lo que hace que la diversificación sea todo un reto.
El problema no es la falta de compromiso; las instituciones quieren hacer lo correcto. Los investigadores de la NYU hallaron que el 81 % de las organizaciones encuestadas están comprometidas con una adquisición sostenible, aunque siguen enfrentando desafíos persistentes: recursos limitados, dificultad para hacer un seguimiento de los proveedores y preocupaciones con los costos. Esos desafíos se alinean con los hallazgos de Northeastern University, que identifican procesos de adquisición complejos y dificultan la identificación de proveedores calificados como los principales obstáculos.
Los líderes de adquisición de la Universidad de Nuevo México intentan alinear las compras con la misión de la universidad para cultivar una Nueva México más educada, saludable y próspera en términos económicos. “Buscamos formas de ayudar en forma colectiva a los pequeños negocios locales y elevarlos”, comparte Marcos Roybal, director asociado de Finanzas y Administración. Para alcanzar este objetivo, la universidad usa la función Guided Buying de Amazon Business para designar a pequeños negocios locales y diversos como vendedores preferenciales.
Este enfoque ayuda a eliminar la fricción de las decisiones de compra responsables. En lugar de recorrer manualmente los mercados en busca de proveedores calificados, los compradores pueden establecer filtros o seguir indicaciones guiadas para completar la selección de proveedores con unos pocos clics, lo que facilita realizar compras alineadas con los valores.
La investigación ha demostrado desde hace tiempo que los espacios físicos influyen en la participación y el rendimiento de los estudiantes. Los hallazgos recientes de St. Cloud University refuerzan esto: el 87 % de los estudiantes califica las instalaciones académicas como un factor importante para su satisfacción y decisión de permanecer inscripto.
Según Spaces4Learning, los diseños de instalaciones que marcan tendencia este año en la educación superior ponen el énfasis en materiales ecológicos, espacios flexibles, integraciones tecnológicas para la colaboración y comodidades centradas en el bienestar. Los espacios flexibles, los entornos modulares que se pueden reconfigurar para diversas actividades, son particularmente populares entre los estudiantes y se correlacionan con puntuaciones de mayor satisfacción, según Mapsted.
Los equipos de adquisición pueden amplificar su impacto en las instalaciones del campus al facultar a los compradores de la organización, ya sea en departamentos de instalaciones, informática u otros, para que tengan acceso a un amplio catálogo de proveedores autorizados. Cuando las compras están centralizadas en una solución unificada, los profesionales de adquisición y los compradores de los distintos departamentos pueden gestionar los gastos con mayor facilidad, garantizar el cumplimiento con las políticas de compra de la institución y supervisar los contratos, eliminando los “puntos ciegos” donde las adquisiciones se realizan fuera del control institucional.
El acceso a la tecnología está inevitablemente vinculado con el éxito académico. Según EduCause, los estudiantes de las instituciones percibidas como líderes en tecnología se sienten más preparados para su carrera y más seguros del valor de su educación.
En términos prácticos, eso se traduce en Wi-Fi confiable, materiales del curso digitales, capacidades de aprendizaje híbrido y entornos ricos en tecnología. En 2025, la mayoría de los estudiantes encuestados calificaron el uso de tecnología de su institución como promedio. Los elementos periféricos de informática, como los proyectores, los teclados adaptativos y el software especializado, también mejoran la accesibilidad para los estudiantes con necesidades diversas.
Las instituciones de educación superior que usan Amazon Business pueden otorgar autonomía de compra para cada departamento mediante una tienda educativa exclusiva a la vez que mantiene una supervisión centralizada. Esta solución seleccionada se centra en las necesidades de la educación superior y brinda precios exclusivos para negocios, descuentos por volumen, opciones de compras en cantidad y entregas recurrentes automatizadas. Se integra con los sistemas universitarios existentes para eliminar cuellos de botella en las compras a la vez que se establecen protecciones claras para los gastos.
Según la investigación de IBM, los equipos de adquisición de educación superior están evolucionando de un enfoque administrativo restrictivo a facilitadores de procesos centrados en el usuario, con catálogos en línea y soluciones de compra que sirven como los principales catalizadores del cambio.
Jamon Hill, vicerrector adjunto y director de Adquisiciones del Sistema de la Universidad del Norte Texas, ejemplifica esta transformación. Al adoptar Amazon Business como su solución de adquisición central, Hill aprovechó la familiaridad integrada con la interfaz de Amazon para simplificar las compras a la vez que mantiene el control. “Todos saben cómo funciona Amazon, por lo que hay cierto nivel de comodidad con nuestros clientes internos en el uso de esa herramienta”, explica Hill. La Universidad del Norte de Texas se une a una lista cada vez mayor de instituciones que usan Amazon Business para simplificar las compras en todo el campus y a la vez mejorar la visibilidad y el control.
Al repensar las prácticas de adquisición centradas en las experiencias de los estudiantes, los equipos de adquisición pueden aumentar su impacto como arquitectos de experiencias. Un primer paso práctico es colaborar con otros departamentos para mapear los principales puntos de contacto con los estudiantes e identificar las fuentes de fricción que pueden resolverse o aliviarse mediante compras estratégicas.
El objetivo no es solo la eficiencia operativa o el control de costos; sino reconocer que cada decisión de compra genera un efecto en la experiencia del estudiante, ya sea que impulse o perjudique la satisfacción, el compromiso y, en última instancia, el éxito institucional.
Publicado originalmente en Higher Ed Dive
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